miércoles, 23 de mayo de 2007

La desaparición

La desaparición / Tim Krabbé. -- Barcelona : Salamandra, 2004

Relato breve y estremecedor sobre el poder devastador con que la fatalidad irrumpe en la vida cotidiana, La desaparición es también una brillante y aterradora exposición de la lógica criminal, narrada con una prosa tensa y descarnada.

Crispados por el tedio y la fatiga de su largo viaje en coche hacia el Mediterráneo, Rex y Saskia se detienen en una gasolinera para repostar. Mientras Rex llena el depósito, Saskia entra en la tienda para comprar unos refrescos. Pero nunca regresa. Como si un agujero negro se la hubiera tragado, Saskia desaparece sin dejar rastro: todos la han visto, pero nadie sabe nada.

Ocho años más tarde, pese a que ha conseguido rehacer su vida, Rex no logra olvidar. Infinidad de pequeños detalles le recuerdan lo ocurrido, como si de mensajes cifrados se tratara. Las pesadillas lo atormentan y, en el fondo de su alma, intuye que sería capaz de dar su vida a cambio de saber qué le ocurrió a Saskia. Por fin, la oportunidad se materializa en la persona de Raymond, un respetable profesor de química de un instituto francés que lleva a cabo un macabro experimento consistente en averiguar hasta qué punto maquinar un acto de maldad absoluta implica necesariamente ejecutarlo.

Si ella regresara me quedaría a tu lado. Pero si pudiese volver a aquella gasolinera, volvería.

¿Sabes lo que es peor? No saber. Delante de la puerta, con dos latas en la mano... y zas, desaparece. Como si alguien hubiese decidido que sus átomos ya no podían seguir juntos. Haberla perdido es algo que entra dentro de lo razonable, pero no saber nada no lo es. Resulta insoportable.

jueves, 17 de mayo de 2007

El verano del inglés

El verano del inglés / Carme Riera. -- Madrid: Alfaguara, 2006

¿Habla usted inglés? ¿Recuerda qué método utilizó para aprenderlo? O quizá aunque lo ha intentado muchas veces nunca ha conseguido pasar de "I love you". Pero tanto si es usted ignorante como especialista en esa lengua esta novela le interesará y se sentirá cómplice de Laura Prats, su protagonista. Una agente inmobiliaria que, cansada de comprobar que el desconocimiento del inglés le impide ascender profesionalmente, decide sacrificar las vacaciones de agosto para hacer un curso intensivo.

Instalada en el caserón solitario de su profesora, la peculiar Mrs. Grose, pronto descubre que el método utilizado por ésta va más allá de la férrea disciplina. La convivencia de las dos mujeres genera una tensión que nos arrastra primero a la intriga y luego al terror.

El verano del inglés nos atrapa desde el primer capítulo, sin abandonar el libro hasta que llegamos a la última página, divertidos por las dosis de humor y a la vez horrorizados por las consecuencias del «método Grose».
La esperanza es lo último que se pierde, dicen. Puede que sea el instinto de supervivencia el que nos lleva a aferrarnos desesperadamente a ella, en especial cuando no nos queda nada más.

jueves, 10 de mayo de 2007

Todos los animales pequeños


Todos los animales pequeños / Walker Hamilton. -- Barcelona : Tusquets, 1999.


Bobby Platt, un hombre de treinta y un años con la mentalidad de un niño asustado, decide escapar de casa. Deja atrás la tienda que regentó su madre hasta poco antes de morir, y al señor De Winter, un padrastro codicioso y siniestro con el que ha vivido aterrorizado. En su huida precipitada, Bobby encuentra casualmente al señor Summers, un excéntrico y misterioso hombrecillo que vive como un ermitaño en una cabaña del bosque y que se dedica a enterrar los animales pequeños arrollados por los automovilistas en las carreteras. Con él compartirá no sólo su amor a todo tipo de criaturas, sino también sus deseos de venganza de viejos abusos y humillaciones.
Es una conmovedora historia, de la que se desprende una alegoría del mundo contemporáneo y de la eterna batalla entre el bien y el mal.
Me sentía tan mal que casi deseé que alguno de aquellos coches se detuviera y el conductor me preguntara si me encontraba bien. Pero nadie se preocupaba por mí. Todos se fijaban en mí cuando no los necesitaba, pero ahora que todo iba mal, nadie me hacía caso.