miércoles, 19 de diciembre de 2012

Desgracia / J.M. Coetzee

COETZEE J.M. Desgracia. Barcelona: Mondadori, 2000.

A los cincuenta y dos años, David Lurie tiene poco de lo que enorgullecerse. Con dos divorcios a sus espaldas, apaciguar el deseo es su única aspiración; sus clases en la universidad son un mero trámite para él y para los estudiantes. Cuando se destapa su relación con una alumna, David, en un acto de soberbia, preferirá renunciar a su puesto antes que disculparse en público. Rechazado por todos, abandona Ciudad del Cabo y va a visitar la granja de su hija Lucy. Allí, en una sociedad donde los códigos de comportamiento, sean de blancos o de negros, han cambiado; donde el idioma es una herramienta viciada que no sirve a este mundo naciente, David verá hacerse añicos todas sus creencias en una tarde de violencia implacable. Una historia profunda, extraordinaria, que por momentos atenaza el corazón, y es siempre, hasta el final, subyugante: Desgracia, que obtuvo el prestigioso premio Booker, no dejará indiferente al lector.


Porque la belleza de una mujer no le pertenece sólo a ella. Es parte de la riqueza que trae consigo al mundo, y su deber es compartirla.
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Ya está llamándolo así  el niño, cuando no es más que un gusano en el vientre de su hija. ¿Qué clase de niño podrá ser engendrado de una simiente como esa, simiente introducida en la mujer no por amor, sino por odio, y mezclada caóticamente, destinada a ensuciarla, a marcarla, como la orina de un perro?
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Uno se acostumbra a que las cosas sean cada vez mas difíciles  ya no se sorprende de que lo que era todo lo difícil que podía ser pueda ser mas difícil todavía.


viernes, 30 de noviembre de 2012

Cincuenta sombras liberadas / E.L. James

JAMES, E.L. Cincuenta sombras liberadas. Barcelona: Grijalbo, 2012  


Ahora, Ana y Christian lo tienen todo: amor, pasión y un mundo de infinitas posibilidades por delante. Pero Ana sabe que amar a su cincuenta sombras, como ella le llama, no es tarea fácil, y que estar juntos plantea un desafío que ninguno de los dos podía prever. Ana debe aprender a compartir el opulento estilo de vida de Grey sin sacrificar su propia identidad. Y Christian tiene que sobreponerse a su obsesión compulsiva por el control mientras lucha contra los demonios de su atormentado pasado.

Pero cuando parece que la fuerza de su relación puede superar cualquier obstáculo, la fatalidad, el rencor y el destino se conjuran para hacer realidad los peores temores de Ana. 

- ¿Tan buen partido soy?
- Christian, tú eres como el gordo de la lotería, la cura para el cáncer y los tres deseos de la lámpara de Aladino, todo al mismo tiempo.
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viernes, 2 de noviembre de 2012

La sonrisa de las mujeres / Nicolás Barreau

BARREAU, N. La sonrisa de las mujeres. Barcelona: Espasa, 2012.

Paris y su magia. Una cocinera encantadora y su pequeño restaurante. Un libreo y su misterioso autor.

En París, de vez en cuando, llueve a cántaros y sopla el viento del norte tan fuerte que parece no haber resquicio donde refugiarse. Como cuando las borrascas llegan al corazón y no sabemos cómo ni dónde esperar a que escampe.
Para Aurélie las casualidades no existen. Una tarde, más triste que nunca, se refugia en una librería y en un libro. Arrebujada en sus páginas, Aurélie reencuentra la sonrisa que creía haber perdido para siempre. Y muchas cosas más.
«Su libro me ha encantado, me ha entusiasmado, me ha hecho reír, y es sencillo y está lleno de sabiduría al mismo tiempo. En una palabra: su libro me hizo feliz»
EL LIBRO QUE ESTÁ ENAMORANDO A EUROPA

Hay  cosas que hacemos y cosas que nunca haríamos... o que sólo haríamos en determinadas circunstancias. Cosas ante las cuales los demás se ríen, sacuden la cabeza, se sorprenden.
Cosas singulares que sólo con pertenecen a nosotros.
Yo, por ejemplo, colecciono reflexiones. En mi dormitorio hay una pared llena de papeles de colores con reflexiones que he recogido para que, en su fugacidad, no se pierdan. Reflexiones sobre conversaciones escuchadas sin querer en un café, sobre los rituales y por qué son tan importantes, reflexiones sobre los besos en el parque por la noche, sobre el corazón y las habitaciones de hotel, sobre las manos, los bancos del jardín, la fotos, sobre los secretos y cuándo se revelan, sobre la luz en los árboles y sobre el tiempo cuando se detiene.
Mis pequeñas notas se agarran al papel pintado como mariposas tropicales, momentos capturados que no tienen otra misión que permanecer a mi lado, y cuando abro el balcón y una suave corriente de aire barre la habitación tiemblan un poco, como si quisieran echar a volar.
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No siempre era una ventaja trabajar en un sector que vivía exclusivamente de palabras, historias e ideas, y había habido momentos de mi vida en los que me habría gustado tener algo más palpable, más real, más monumental, algo que se creara con las manos, como hacer una estantería de madera o un puente, algo que fuera más materia y menos espíritu.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Cincuenta sombras más oscuras / E.L. James

JAMES, E.L. Cincuenta sombras más oscuras. Barcelona : Grijalbo, 2012 


Intimidada por las peculiares prácticas eróticas y los oscuros secretos del atractivo y atormentado empresario Christian Grey, Anastasia Steele decide romper con él y embarcarse en una nueva carrera profesional en una editorial de SeattlePero el deseo por Christian todavía domina cada uno de sus pensamientos, y cuando finalmente él le propone retomar su aventura, Ana no puede resistirse. Reanudan entonces su tórrida y sensual relación, pero mientras Christian lucha contra sus propios demonios del pasado, Ana debe enfrentarse a la ira y la envidia de las mujeres que la precedieron, y tomar la decisión más importante de su vida "Cincuenta sombras: la exitosa combinación de historia romántica y juego erótico de alto voltaje que ha tocado la fibra de muchas mujeres."Daily News. Cincuenta sombras más oscuras es la segunda parte de la trilogía Cincuenta sombras, que se inició con Cincuenta sombras de Grey, y cuya tercera parte es Cincuenta sombras liberadas.

martes, 16 de octubre de 2012

La luz en casa de los demás / Chiara Gamberale

GAMBERALE, C. La luz en casa de los demás. Madrid: Seix-Barral, 2012

Maria, una mujer libre y carismática, es la administradora del 315 de Grotta Perfetta, en Roma. Cuando muere repentinamente, deja una hija de seis años; y deja también una carta. La niña se llama Mandorla —Almendra—, y ya sólo su nombre encierra todo el encanto y el absurdo del que será su destino, ya que Maria ha dejado escrito que el verdadero padre de Mandorla es uno de los hombres que vive en el edificio. 

Tras una asamblea de vecinos en la que nadie confiesa su paternidad, deciden criar a la niña entre todos. Así, Mandorla irá cambiando de casa de los 6 a los 17 años, adaptándose a cinco modelos de familia: será testigo de la soledad de Tina; vivirá la separación de Caterina y Samuele; acompañará a Paolo y Michelangelo al Orgullo Gay; se sentará a la mesa de los Barilla, una familia tradicional, y vivirá las turbulencias de la eterna pareja de hecho, Lidia y Lorenzo. 

Y mientras Mandorla crece, se enamora y busca a su padre, Chiara Gamberale nos recuerda que, antes de ser mujeres, maridos, padres o hijos, somos personas: maravillosas y terribles, con una infancia que nos persigue. En esta luminosa novela descubrimos que la familia es una alquimia indefinible: quien la tiene es consciente de su peso, hasta el punto de querer librarse de ella, y quien no la tiene la desea como el único escenario posible de la felicidad.

¿que significa eso de trauma? ¿Y cuánto debería durar un trauma según él? Yo sencillamente creo que cuando la situación absurda se convierte en tu vida, al cabo de un tiempo ya no la consideras tan absurda. Ya no te preguntas si es adecuada (si es que se puede emplear esa palabra para referirse a normal). La consideras una costumbre: vamos, que dejas de considerarla siquiera. Llega un momento en que ya no reparas en ella, estás demasiado ocupada en vivirla y ya está. Tanto que llegado ese punto ya no hay mucha diferencia entre ti y quien basa su vida en supuestos más normales (si es que se puede emplear esa palabra para referirse a adecuados): todos nos afanamos por sacar algo bueno de lo que nos pasa.
***
-También debo mucho a mi madre y a mi padre, que siempre han creído en mí, y muchísimo también a aquellos que me odian: gracias a ellos me he hecho más fuerte.
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-Eh, Mandorla, ¿me quieres decir quién es ese gilipollas?
Me daba cosa contestarle eres tú ese gilipollas, pero me lo estaba pidiendo él mismo. Al menos así se tranquilizará, esperaba yo.
Así que se lo dije:
-Tú.
*****
[...] cuando sencillamente te das cuenta de que tienes delante a una mujer, una mujer de verdad, y te preguntas cómo narices vas a considerarte ahora tú también una mujer si tus braguitas son todas -sin excepción- de algodón blanco, normales, y si las cosas que esa mujer de verdad te está contando no sólo no las has hecho nunca sino que ni siquiera te las alcanzas a imaginar. Y eso no es todo. Además de no ser una mujer de verdad, ahí en el baño con Eva Brandi, tienes la confirmación definitiva de que tampoco eres siquiera una adolescente de verdad: si te enseñan una foto de Oasis y otra de Linkin Park, ni siquiera sabrías quiénes son unos y quiénes los otros, reconócelo, te dices [...]

viernes, 5 de octubre de 2012

Relatos escalofriantes / Roald Dahl

DAHL, R. Relatos escalofriantes. Madrid: Alfaguara, 2012

El indiscutible talento de uno de los escritores más ágiles y originales aparece reflejado en estas sorprendentes historias. El humor, la ironía y la imaginación del autor se mezclan sabiamente para crear situaciones y personajes inolvidables.Once increíbles historias para asustarse, sobresaltarse y descubrir que todo es posible en Roald Dahl, maestro del género.

El borde delantero del ala de estribor chocó contra el cuello de la jirafa justo debajo de su cabeza y lo seccionó limpiamente. Tan baja era la altura a la que estaba volando. El ala sufrió daños, pero el piloto consiguió volver hasta Nairobi. Y, como ya he dicho, casi le llevan ante un consejo de guerra porque se puede explicar una abolladura en el ala por haber chocado contra un ave grande, pero no si hay pellejos y pelos de jirafa pegados en el ala.

***

El paseo desde Cannon Street hasta mi oficina no es corto ni largo, un simple paseo a lo largo de calles llenas de gente que se dirige a sus lugares de trabajo con el mismo orden que yo. Me da una sensación de seguridad moverme entra esa gente digna y respetable que se aferra a sus empleos y no se dedica a vagabundear por el mundo. Su vida, como la mía, está regulada por un reloj perfecto, a menudos nuestros caminos se cruzan a la misma hora y lugar cada día.
  

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Arrugas / Paco Roca

ROCA, P. Arrugas. Bilbao: Astiberri, 2009

Emilio, un antiguo ejecutivo bancario, es internado en una residencia de ancianos por su familia tras sufrir una nueva crisis de Alzheimer. Allí, aprende a convivir con sus nuevos compañeros –cada uno con un cuadro “clínico” y un carácter bien distintos– y los cuidadores que les atienden. Emilio se adentra en una rutina diaria de cadencia morosa con horarios prefijados –la toma de los medicamentos, la siesta, las comidas, la gimnasia, la vuelta a la cama…– y en su pulso con la enfermedad para intentar mantener la memoria y evitar ser trasladado a la última planta, la de los impedidos, cuenta con la ayuda de Ernesto, su compañero de habitación…

- ¿Ves esos de ahi? ¿Cuál dirías tú que es la relación que les une? [se ve una pareja sentada en un sofá dormidos, ella apoya la cabeza sobre el hombro de él y un hombre sentado enfrente mirándolos atentamente]
- Bueno, está bastante claro, los que están juntos  son marido y mujer y el que los mira debe ser familiar que ha venido de visita. 
- ¡Ja, ja, ja...! La vejez es una broma pesada. El que los observa es el marido de la anciana. Todos los días, perfumado y con la ropa bien planchada viene a verla, pero ella ya no le reconoce. Jamás le da un beso ni un gesto de carino hacia él. Nada que deje ver el recuerdo de toda una vida juntos... Para ella su marido es el otro anciano que conoció en la residencia. Y, a veces, se tocan como dos quinceañeros mientras el marido los observa con resignación.
****
- Vamos, te enseñaré la biblioteca.
- ¿Es también una sala llena de ancianos durmiendo?
- ¿Quién te la ha enseñado?
- Me la imagino.
- Si, es verdad, no vale la pena verla.

lunes, 24 de septiembre de 2012

El abuelo que saltó por la ventana y se largó / Jonas Jonasson

JONASSON, J. El abuelo que saltó por la ventana y se largo. Barcelona: Salamandra, 2012.
Momentos antes de que empiece la pomposa celebración de su centésimo cumpleaños, Alian Karlsson decide que nada de eso va con él. Vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se encarama a una ventana y se fuga de la residencia de ancianos en la que vive, dejando plantados al alcalde y a la prensa local. Sin saber adonde ir, se encamina a la estación de autobuses. Allí, mientras espera la llegada del primer autobús, un joven le pide que vigile su maleta, con la mala fortuna de que el autobús llega antes de que el joven regrese y Alian se sube sin pensarlo dos veces, con la maleta ajena a rastras. Aún no sabe que el joven es un criminal sin escrúpulos y que la misteriosa maleta contiene cincuenta millones de coronas. Pero Alian Karlsson no es un abuelo centenario cualquiera... y en poco tiempo, tras una alocada aventura, pone todo el país patas arriba. Jonasson urde una historia extremadamente audaz y compleja, capaz de sorprender constantemente al lector, pero el verdadero regalo es su personaje protagonista, Alian Karlsson, un hombre de un maravilloso sentido común, con todo un siglo a sus espaldas, que no teme a la muerte, ¡ni al crimen! Un anciano centenano que no está dispuesto a renunciar al placer de estar vivo.

Allan relfexionó. Por un lado, no estaba interesado en ninguna revolucion, fuese española o de cualquier otra índole; como era sabido, cualquier revolución llevaba a otra de signo contrario. Por el otro lado, España estaba en el extranjero, como todos los países salvo Suecia, y puesto que llevaba toda la vida leyendo sobre el extranjero, a lo mejor no era tan mala idea experimentarlo alguna vez. Quizá en el camino incluso se encontraran con un negro o dos, quién sabe.
****
-No eres lerdo -protestó Allan-. Bueno, tal vez un poco, pero en este caso tienes toda la razón. Y cuanto más lo pienso, más me convenzo de que deberíamos dejarlo tal como está, porque, verás, será como tenga que ser, porque es como suele ser. De hecho, casi siempre es así.
*****
... en ese momento no había nada que deseara más en el mundo que degustar un cóctel con sombrilla bajo un parasol en una playa paradisíaca. Además, Gäddan sabía que Allan compartía esa debilidad suya por las vacaciones de ensueño.
-Aunque sin sombrillitas en el cóctel -puntualizó el anciano.
Julius dijo que estaba de acuerdo en que proteger un cóctel de las inclemencias del tiempo no se encontraba entre las necesidades básicas de la vida, sobre todo si estabas bajo una sombrilla y el sol brillaba en un cielo azul y despejado.
 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Ni rabietas ni conflictos / Rosa Jové

JOVÉ, R. Ni rabietas ni conflictos. Madrid: La esfera de los libros, 2011
Cuando un niño está enojado o irritable, lo que busca es satisfacer sus necesidades no cubiertas. Esas rabietas que a tantos padres desesperan no son sino las ideas propias del niño enfrentadas a los deseos de sus padres: no entiende lo que pasa, se ofusca y estalla emocionalmente. Conforme crece, estas rabietas se pasan pero los conflictos familiares siguen formando parte de la convivencia.
Para Rosa Jové, con estas reacciones un niño camina hacia su independencia y la defensa de sus propias ideas. Se trata de una etapa que es preciso pasar y que los padres deben aceptar y entender, sin recurrir a los castigos, porque de lo contrario contribuirán a hacer crónico un problema que tiene fecha de caducidad.
La autora de Dormir sin lágrimas y La crianza feliz -ambos publicados con mucho éxito por esta editorial- va más allá y nos ofrece también soluciones definitivas para los problemas de comportamiento hasta los 12 años. Y defiende, con sólidos argumentos, la idea que transmiten estas palabras: «Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite».

 La clave de la felicidad adulta está en nuestros recuerdos infantiles: que su hijo sólo recuerde buenos momentos.
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Una rabieta no es nada más que un deseo del niño enfrentado al deseo de los padres. Es una idea propia de un niño enfrentada a la idea qe tiene el padre sobre cómo hay que hacer aquello [...] La etapa de las rabietas es buena, ya que el hecho de que tenga ideas diferentes a sus padres es una cosa deseable que permite el debate sobre un tema y el aprendizaje de lo que es más correcto [...] Todo niño debe pasar por esta etapa, porque eso quiere decir que tiene ideas propias que defender.
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Hay muchas formas de hacer prevención: comprendiendo que el niño tiene sus razones aunque no las entendamos, permitiendo que pueda hacer de cuando en cuando lo que quiere si no nocivo para la salud y distrayendo al menor con otra cosa.
Otras formas de prevención que vale la pena tener en cuenta son: intentar evitar los problemas, ser pacientes y flexibles y tener expectativas positivas de nuestros hijos.
Una solución, cuando el niño ya tiene lenguaje es utilizar la técnica de los tres pasos: comprensión, educación y elección.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Crímenes / Ferdinand Von Schirach

SCHIRACH, Ferdinand von. Crímenes. Barcelona: Salamandra, 2011

Primera obra literaria de Ferdinand von Schirach, esta serie de relatos basados en la experiencia profesional de este reputado jurista alemán fue la revelación editorial y uno de los mayores éxitos de los últimos años en su país. Además de obtener el prestigioso Premio Kleist, Crímenes mereció un torrente de elogiosos comentarios de la crítica y ocupó durante casi un año las listas de libros más vendidos.
Cerca de setecientos casos desde que inició su carrera de abogado penalista en Berlín son el bagaje de vivencias que Von Schirach ha transformado, con un aguzado instinto narrativo, en una obra literaria de atmósfera cautivadora.
El lenguaje sobrio y conciso de la búsqueda de la verdad judicial subraya la atención que Schirach fija en los crímenes cometidos por individuos corrientes, dejando que los hechos expongan la realidad con toda su crudeza.
Profundamente original, revelador y lleno de matices, Crímenes plantea el fascinante tema de la escurridiza verdad en los procesos criminales y reflexiona sobre el sentido del castigo, pero, por encima de todo, nos habla con proximidad del ser humano, de su miseria y también de su grandeza.
A la mañana siguiente volvió al lago. Creyó que le resultaría fácil ahogarse, pero no lo logró. Cuando subió de nuevo a la superficie, abrió la boca y se le llenaron los pulmones de oxígeno. Permaneció en el agua, desnuda; no había más que los árboles de la orilla, el cañaveral y el cielo. Entonces gritó. Gritó hasta que no pudo más, gritó contra la muerte y la soledad y el dolor. Sabía que iba a sobrevivir, pero también que aquel había dejado de ser su país.
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En las novelas policíacas, el culpable confiesa en cuanto se le pegan cuatro gritos; en la vida real no resulta tan sencillo. Y si un hombre con un cuchillo ensangrentado en la mano aparece inclinado sobre un cadaver, entonces es el asesino. Ningún policía con dos dedos de frente pensaría que el hombre pasaba casualmente por ahi y extrajo el cuchillo del cadáver para ayudar. Aquella frase de un comisario que afirma que la solución es demasiado simple es un invento de los guionistas. Lo contrario sí es verdad. Lo que es evidente es probable. Y, casi siempre, también correcto.

jueves, 30 de agosto de 2012

Cincuenta sombras de Grey / E.L. James

JAMES, E.L. Cincuenta sombras de Grey. Barcelona: Grijalbo, 2012

Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. 
Grey está atormentado por sus propios demonios y le consume la necesidad de controlarlo todo, pero a su vez se ve incapaz de resistirse a la serena belleza de Ana, a su inteligencia y a su espíritu independiente. Debe admitir que la desea, pero bajo ciertas condiciones.
Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos.

¿Por qué lloro? Me dejo caer al suelo, enfadada conmigo misma por esta absurda reacción. Levanto las rodillas y las rodeo con los brazos. Quiero hacerme lo más pequeña posible. Quizá este disparatado dolor sea menos cuanto más pequeña me haga. Apoyo la cabeza en las rodillas y dejo que las irracionales lágrimas fluyan sin freno. Estoy llorando la pérdida de algo que nunca ha existido... mis esperanzas frustradas, mis sueños frustrados y mis expectativas destrozadas.
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-Cariño, ya sabes lo que dicen: hay que besar a muchos sapos para encontrar al príncipe azul.
Le dedico una sonrisa torcida, agridulce.
-Me parece que he besado a un príncipe, mamá. Espero que no se convierta en sapo.
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Mis ojos se dirigen hacia el piano. Mierda... si hubiera cerrado la boca, habríamos hecho el amor encima del piano. No, habríamos follado encima del piano. Bueno, yo habría hecho el amor. La idea se impone con tristeza en mi pensamiento y en lo que queda de mi corazón. Él nunca me ha hecho el amor, ¿no? Para él siempre ha sido follar.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Vuelo de libélulas / Juan Luis Vera

VERA, J.L. Vuelo de libélulas. Salamanca: Chiado editorial, 2011

Lorenzo en un tipo duro. Así se ha considerado desde que tiene uso de razón, y así se define cuando decide entrar en un mundo completamente nuevo para él: la universidad. Cuando al cabo de unos meses comprende que su ideología política le ha granjeado el odio de conocidos y extraños en toda la facultad, solamente le queda la única opción que ha tenido siempre: refugiarse en su partido, un grupo de neofascistas que le apoyan a muerte siempre que se mantenga dentro de su acotado redil. Sin embargo, esta vez ocurre algo inesperado... Joseph, un peculiar compañero de su curso y lo más parecido que tiene a un amigo, parece empeñado en mantenerse a su lado incluso cuando se convierte también en el blanco de todos los ataques. En su compañía, Lorenzo iniciará un vertiginoso camino hacia su turbulento mundo interior que cambiará su vida para siempre.

Demasiado tiempo... Demasiadas lunas... Demasiada lluvia... Demasiadas regueras arrastrando en su torrente los despojos olvidados en las calles para condenarlos al abismo de las brunas alcantarillas, de donde nada retorna. De donde la gente nada quiere que retorne.
*****
- ¿Y de qué es signo la agresividad, señor psicólogo? ¿Qué nos está mostrando un niño que se comporta de forma agresiva? [...]
- Vulnerabilidad -respondió al fin, en un suspiro.
- Exacto. Vulnerabilidad, inseguridad, ausencia de un apego seguro... Llámalo como quieras, pero al final se traduce en eso: vulnerabilidad. Y todos somos de algún modo vulnerables.
*****






martes, 14 de agosto de 2012

La delicadeza / David Foenkinos

FOENKINOS, D. La delicadeza. Barcelona: Seix Barral, 2012.

Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta: François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las paredes de su casa y se vuelca en la ofi cina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa.
La delicadeza es la novela de la esperanza y la imaginación, la novela de ese París fascinante en el que el dolor y la vulgaridad se transforman en poesía. Un libro que querrás tener siempre cerca, para deleitarte de nuevo con su elegancia literaria o sonreír con su mordaz ingenio, pero, sobre todo, para recordar que siempre, incluso en los momentos más inesperados, cualquier cosa es posible.

Avanzaba hacia él... Era tan guapa... La suya era una belleza para poner puntos suspensivos por todas partes... Además, Markus pensó que nunca la había visto por la noche. Casi le asombraba que existiera a esas horas. Seguramente era de esa clase de personas que piensan que lo bello se guarda en una caja durante la noche. Pero resultaba obvio que no era así, puesto que Nathalie estaba alli, en ese momento. Delante de él.
*****
Seguía pensando que todo eso podía llearlo al sufrimiento, a la decepción, al callejón sin salida afectivo más aterrador que existe. Sin embargo, tenía ganas de seguir ese camino. Tenía ganas de partir hacia un destino desconocido. Nada era trágico. Sabía que existían transbordadores entre la isla del dolor, la del olvido y aquélla, más lejana todavía, de la desesperanza.
*****
En una historia de amor, el alcohol acompaña dos momento opuestos: cuando se descubre al otro y hay que narrarse a uno mismo, y cuando ya no hay nada que decirse. Ellos estaban en la primera etapa. Esa en la que el tiempo pasa volando, esa en la que se revive la historia, y en especial la escena del beso. Nathalie había pensado que ese beso lo había dictado el azar del impulso. Pero ¿quizá no? Quizá no existiera el azar. Quizá todo eso no hubiera sido sino el progreso inconsciente de una intuición. La impresión de que se sentía bien con ese hombre. Eso la hacía feliz, y luego se tornaba grave, y feliz de nuevo. Un viaje incesante de la alegría a la tristeza. 

lunes, 30 de julio de 2012

Casa de verano con piscina / Herman Koch

KOCH, H. Casa de verano con piscina. Barcelona: Salamandra, 2012
Autor de gran renombre en los Países Bajos —su anterior novela, La cena, fue Libro del Año y ganó el Premio del Público de ese país—, Herman Koch vuelve con otra estimulante historia de suspense donde una trama tejida a la perfección es el soporte para explorar sin ambages temas tan actuales como la ética profesional, la falsedad de las relaciones sociales o la difícil comunicación entre padres e hijos, así como los límites de la libertad sexual o el sentido de culpa en el seno de una sociedad permisiva y autocomplaciente.
Próspero médico de cabecera en Ámsterdam, Marc Schlosser ejerce su profesión con cierta dosis de cinismo. Su nutrida clientela valora especialmente el tiempo que dedica a las consultas, pero esta aparente generosidad esconde unas intenciones menos nobles, que Marc disimula con habilidad. Cuando uno de sus pacientes, el famoso actor Ralph Meier, lo invita a pasar unos días de verano junto a su familia, Marc acepta pese a las reticencias de Caroline, su esposa, molesta por la arrogante vulgaridad de Ralph y su actitud de seductor irresistible. Así, los Schlosser y los Meier, con sus respectivos hijos adolescentes, compartirán con un maduro director de Hollywood y su novia, cuarenta años más joven, una casa con piscina a pocos kilómetros de una playa mediterránea. Los días transcurren con apacible monotonía, entre comidas, paseos, largas conversaciones de sobremesa, excesos con el alcohol y flirteos más o menos inocentes, hasta que una noche se produce un grave incidente que interrumpirá las vacaciones y cambiará para siempre la relación entre las dos familias.

Casa de verano con piscina es una novela apasionante en la que nadie es del todo inocente, ni siquiera quienes parecen más frágiles e inofensivos. Herman Koch logra que el lector quede atrapado ante una incómoda encrucijada moral, que lo mantiene en vilo hasta la última página.

Uno se podría preguntar cómo es posible que en un país tan rico como el nuestro existan las listas de espera. Cuando me lo planteo, siempre me viene a la mente la reserva de gas. Holanda posee uin enorme yacimiento de gas natural [...] Es más que las reservas de petróleo del golfo pérsico. Somos un pais rico [...] y sin embargo aquí sigue muriendo gente porque tuvieron que esperar demasiado tiempo un riñón, mueren recién nacidos porque la ambulancia que ha de llevarlos a toda prisa al hospital se queda atascada en el tráfico, las vidas de las madres corren un grave peligro porque nosotros, los médicos de cabecera, las hemos convencido de que parir en casa es seguro. Cuando en realidad lo que deberíamos decirles es que es más barato, eso es todo; aquí también se aplica lo de que si todas las madres ejerciesen su derecho a parir en un hospital, el sistema se vendría abajo en una semana. Ahora el riesgo de muerte de bebés, o de que sufran daños cerebrales porque en los partos en casa no se puede administrar oxígeno, simplemente forma parte de la ecuación [...] en los Paises Bajos la tasa de mortalidad entre los recién nacidos es la más alta de Europa y del resto del mundo occidental. Pero hasta ahora nadie ha sacado conclusiones de estas cifras.
En realidad un médico de cabecera es impotente ante todo esto. Puede tranquilizar a un paciente. En todo caso, puede conseguir que no acuda al especialista por el momento. Puede convencer a una mujer de que no corre ningún riesgo pariendo en casa, que es todo mucho "más natural", aunque solamente sea más natural en el sentido de que morirse también es natural. 
*****
[...] allí estaba yo, con mi hija de trece años, prueba fehaciente de que aquel hombre tan gracioso (yo) había sido capaz de concebir una hija. Y no una hija cualquiera, sino un verdadero bellezón [...] me encanta estar con mis hijas en lugares en que todo el mundo puede vernos juntos. [...] La gente nos mira. Veo cómo nos miran. También veo qué piensan. "Madre mía, qué bien le han salido esas niñas! -se dicen-, pero ¡qué guapas son!" Al instante siguiente piensan en sus propios hijos que no han salido tan guapos. Se ponen celosos [...] A los niños feos también se les quiere con toda el alma, pero es distinto. Eres feliz con tu casa en el tercer piso y vistas al tragaluz, y entonces van y te invitan a cenar en una casa con piscina en el jardín.

martes, 24 de julio de 2012

La sonrisa etrusca / José Luis Sampedro

SAMPEDRO, J.L. La sonrisa etrusca. Madrid: Alfaguara, 1991.
Un viejo campesino calabrés llega a casa de sus hijos en Milán para hacerse una revisión médica. Allí descubre su último amor, una criatura en la que volcar toda su ternura: su nieto, que se llama Bruno, como a él le llamaron sus camaradas partisanos. También allí vive su última pasión: un amor que cubre con su luz los últimos momentos de una vida que, en su acabamiento, puede sentir su propia plenitud.
Una historia universal que en manos de José Luis Sampedro se transforma en un libro inolvidable que ofrece un conocimiento profundo y verdadero del alma humana. La sonrisa etrusca es, como todas las novelas de Sampedro, un libro inolvidable.
A solas con Renato desayunándose, mientras Andrea se duchaba, le preguntó por qué no dormía el niño con ellos, como han dormido toda la vida. Renato sonrió, condescendiente:
-Ahora se les empieza a educar más pronto. Deben dormir solos en cuanto llegan a esa edad, padre. Para que no tengan complejos.
-¿Complejos? ¿Y eso qué es? ¿Algo contagioso de los mayores?
Renato, piadosamente, conserva su serieda y se explica en palabras sencillas, al alcance de un campesino. En suma, hay que evitar su excesiva dependencia de los padres. El viejo le mira fijamente:
- ¿De quién van a depender entonces? ¡ Si todacía no anda, no habla, no se puede valer!
- De los padres, claro. Pero sin exagerar... Vamos, no se preocupe, padre; el niño está atendido como es debido, lo hemos estudiado bien Andrea y yo. 
- Ya... En ese libro, claro.
- Por supesto. Y sobre todo, guiados por el médico... Es asi, padre; no hay que provocar demasiado cariño a esa edad.
El viejo calla, ¿Cariño a medias? ¿Qué cariño es ese? ¿Controlado, reservándose?... No estalla porque, después de todo, ellos son los padres.
*****
... aumenta su miedo a que acaben estropeando al niño esos libros y esos médicos que mandan desterrarlo por la noche, dejándole indefenso ante malos sueños, accidentes y potencias enemigas... "como siga progresando esa gente acabará decidiendo que el hombre y la mujer duerman aparte, para no cogerse cariño..."
*****
¡Déjate llevar por mí, niñito mío! ¡Yo te pondré en la buena senda para escalar la vida, que es dura como la montaña, pero te llena el corazón cuando estás en lo alto!


miércoles, 11 de julio de 2012

Con el agua al cuello / Petros Márkaris


MÁRKARIS, P. Con el agua al cuello. Barcelona: Tusquets, 2011.


Un caluroso domingo del verano de 2010, el comisario Jaritos asiste a la boda de su hija Katerina, esta vez por la Iglesia y con fanfarria musical. Al día siguiente, poco después de llegar a Jefatura, le informan del asesinato de Nikitas Zisimópulos, antiguo director de banco, degollado con un arma cortante. El macabro homicidio coincide con una campaña que alguien, amparándose en el anonimato, ha emprendido contra los bancos, animando a los ciudadanos a que boicoteen a las entidades financieras y no paguen sus deudas e hipotecas. Lo cierto es que Grecia, al borde de la bancarrota, pasa por un momento muy crítico, y la población no duda en salir a la calle para quejarse de los recortes en sueldos y pensiones. Para colmo, Stazakos, el jefe de la Brigada Antiterrorista, sostiene que el asesinato de Zisimópulos podría ser obra de terroristas. Jaritos, en desacuerdo con esa hipótesis, tendrá que apañárselas con sus dos ayudantes para enfrentarse a un asesino cuyos crímenes apenas acaban de empezar.


-A doscientos metros, gire a la derecha -dice la voz femenina del GPS. Paso de todo y sigo recto.[...]
-Nuevo trazado de itinerario. A cincuenta metros, gire a la izquierda. - Paso de ella otra vez y sigo adelante. [...]
-Nuevo trazado de itinerario. A cien metros, gire a la izquierda. - No hago caso y sigo recto.
-¡Por el amor de Dios! ¿Por qué llevas ese rollos puesto si no le haces ni caso? Me tiene mareada -se indigna mi mujer.
-No lo necesito, sé por dónde ir.
-¿Y por qué no lo apagas?
Acerco el Seat a la acera y apago el motor.
-Para alimentar mi ego -contesto.
-¿Qué quieres decir?
- Me paso el día escuchando las sandeces de los demás. Cuando no son órdenes de Guikas, son las del Ministro. Esta voz es la única que me manda cosas y yo puedo pasar olímpicamente. Me levanta el ánimo. Los que están un poco quemados en u puesto de trabajo necesitan un GPS para desobedecerlo. ¿Ahora lo entiendes?
******
-Dime una cosa: ¡¿se han vuelto locos?! -pregunta fuera de sí.
Me pilla desprevenido.
-¿De quién hablas?
- De esos que os han cargado con cinco años laborables más. No entiendo cómo os resignáis sin hacer nada.
- ¿Qué quieres que hagamos? Somos policías. No podemos salir la mitad de nosotros a la calle a romper escaparates mientras la otra mitad se dedica a perseguirnos y detenernos.
-Lo que podéis hacer, yo no lo sé, pero recuerda el viejo dicho: los primeros ochenta años son los difíciles, después te mueres y te quedas muy tranquilo. Pues bien, ahora los primeros ochenta años no sólo son difíciles, sino que, a este paso, pronto serán todos laborables.
- ¿Tienes tú una solución mejor?
-Si. Que reduzcan la población del país a la mitad. Quedaremos cinco millones y medio de habitantes, y los gastos se reducirán también a la mitad. Los franceses echan a los gitanos rumanos, ¿no?
-Si echamos a la mitad de la población, no sólo se reducirán los gastos, sino también los ingresos, ¿no te das cuenta?
-Claro que si. Que expulsen a los que deben los veinticuatro mil millones en impuestos. De todas formas, el Estado no cobrará esos impuestos ni en los próximos ochenta años laborables. Que se queden sólo los idiotas que pagan sus impuestos. Los gastos y la corrupción se reducirán con la marcha de los evasores de impuestos, pero los ingresos no mermarán, porque los idiotas que pagan seguirán aquí.
La miro asombrado.
-¿Cuándo te licenciaste en ciencias económicas?
***** 

domingo, 17 de junio de 2012

Maldito karma / David Safier

SAFIER, D. Maldito karma. Barcelona: Seix Barral, 2009

La presentadora de televisión Kim Lange está en el mejor momento de su carrera cuando sufre un accidente y muere aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa. En el más allá, Kim se entera de que ha acumulado mal karma a lo largo de su vida: ha engañado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cuál es su castigo: está en un agujero, tiene dos antenas y seis patas… ¡es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel. Además, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Sólo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escalera de la reencarnación y volver a ser humana. Pero el camino para dejar de ser un insecto y convertirse en un ser bípedo es duro y está plagado de contratiempos.

Siempre pensé que lo de "morir porque te han roto el corazón" era un mito, igual que "el único amor verdadero". Pero yo me desplomé de verdad ante el altar. Y, como para un perro sólo se pide una ambulancia con desfibrilador en contadísimas ocasiones, la palmé en la misma iglesia.

... mi pulso comenzó a acelerarse. Una parte de mí esperaba que Kohn me viera. Otra parte rezaba para que incluso se sentara conmigo. Pero la mayor parte de mí se preguntaba cómo podía acallar de una vez a las otras dos partes, estúpidas y cargantes que me complicaban la vida.
 

sábado, 2 de junio de 2012

La sombra de la sirena / Camilla Läckberg

LÄCKBERG, C. La sombra de la sirena. Madrid: Maeva, 2012.

Un hombre desparece en Fjällbacka sin dejar rastro. Pese a que Patrik Hedström y sus colegas de la policía han hecho cuanto han podido para encontrarlo, nadie sabe si está vivo o muerto. Al cabo de tres meses, lo encuentran finalmente congelado en el hielo. Cuando averiguan que el escritor Christian Thydell, uno de los amigos de la víctima, lleva más de un año recibiendo cartas anónimas plagadas de amenazas, todo se complica.
Christian trata de restarle importancia, pero su amiga Erica Falck, quien lo ayudó en la escritura de su primera y exitosa novela, La sombra de la sirena, es consciente del peligro. La policía no tarda en comprender que el asesinato y las cartas están relacionados.
Alguien odia a Christian profundamente, y ese alguien parece que no dudará en cumplir sus amenazas…


Se inclinó hacia delante y observo a su mujer. Una vez más, tomó conciencia de lo guapa que era. Recordó la primera vez que lo visitó en la comisaría, cuando el asesinato de su amiga Alexandra Wijkner, y pensó que, desde entonces, se había puesto más guapa todavía. A veces se le olvidaba, con el trajín de la vida cotidiana, cuando pasaban los días, uno tras otro, entre el trabajo, ir y venir de la guardería, la compra, las noches en el sofá, agotados delante del televisor. Pero de vez en cuando caía en la cuenta con toda lucidez, de hasta que punto el amor que sentía por ella estaba lejos de ser mediocre y cotidiano. Y ahora que la tenía allí, en el despacho, con el sol de invierno realzando el rubio de su melena y embarazada de sus dos hijos, lo sentía tan fuerte que supo que aquellos instantes durarían toda la vida.
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Estaba en casa, delante del ordenador, buscando información en Internet. Ponía todo su empeño en concentrarse, pero no había forma, era obvio que resultaba imposible, con dos pares de piececillos dando patadas en la barriga. Y le costaba controlar sus pensamientos. La inquietud. Los recuerdos de la primera época con Maja, que lejos estuvo de la felicidad de color rosa que ella había imaginado. Cuando Erica pensaba en aquellos meses, tenía la sensación de que era como un agujero negro en el tiempo, y ahora le esperaba el doble de lo mismo...

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De vez en cuando, notaba como si le ardiese de escozor todo el cuerpo y le costaba quedarse quieto en la silla. Por eso andaba entre las estanterías, devolviendo a su sitio los libros que habían ido a parar al lugar equivocado, colocando los lomos de los libros para que formasen hileras perfectas.

lunes, 7 de mayo de 2012

Nunca me abandones / Kazuo Ishiguro

ISHIGURO, K. Nunca me abandones. Barcelona: Círculo de Lectores, 2005

"Nunca me abandones" es el título de la canción que Kathy tarareaba en su habitación del centro educativo Hailsham mientras abrazaba a un bebé imaginario que nunca, ni ella ni el resto de los alumnos, podría tener. Era un centro diferente, casi paralelo a la realidad, y en él se pronunciaban palabras como "donante", "posible" o "completar" en un contexto que no las aclaraba. Años después de abandonar la institución, Kathy se hunde en el pasado para abrir el único relato capaz de esclarecer su presente.

... lo que me viene a la cabeza es una serie de días sin complicaciones, en los que entrabamos y saliamos de los cuartos de unos y otros, y en la languidez con que la tarde entraba en la noche; y mi montón de viejos libros de bolsillo, con las hojas blandas y combadas, como si alguna vez hubieran pertenecido al mar. Pienso en cómo solía leerlos, tendida boca abajo en la hierba en las tardes cálidas, con el pelo -en aquellos días me lo estaba dejando largo- siempre cayéndome por la cara y entorpeciéndome la visión.
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Siempre estás con prisas, o estás demasiado exhausta para mantener una conversación como es debido. Y pronto las largas horas, el continuo viajar, el sueño interrumpido se han instalado en tu ser y han llegado a formar parte de tu persona. Y todo el mundo puede verlo, en tu manera de estar, en tu mirada, en el modo en que te mueves y hablas.
No pretendo afirmar que soy inmune a todo esto, pero he aprendido a vivir con ello.
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sábado, 21 de abril de 2012

El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida / Philippe Delerm

Delerm, P. El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida. Barcelona: Tusquets, 1998
Nada hacía pensar que El primer trago de cerveza, un libro considerado en principio «minoritario», destinado a críticos exigentes y a un público selecto, que salió a la calle humildemente en la primavera de 1997, sin estudios de mercado ni publicidad, pudiera convertirse en todo un acontecimiento literario en Francia a las pocas semanas de ser publicado y que permanecería por más de un año entre los tres primeros libros más vendidos. De la noche a la mañana, toda Francia pasó a disfrutar de los pequeños placeres y a compartir con Philippe Delerm su especial concepción de la vida.
El primer trago de cerveza es la narración breve, exquisita, de esas situaciones, comunes a todos, que, en los tiempos ajetreados en que vivimos, se deslizan sin que les prestemos atención y que, en cambio, encierran el germen del buen vivir. A Philippe Delerm, al parecer, no se le escapa una sola oportunidad de aprovechar esos momentos, y al hacerlo, incita al lector a reconocer en sí mismo cuáles son sus propios instantes de gozo. Si, por ejemplo, en una luminosa y fría mañana de invierno, a alguien le llena de placer salir a comprar croissants recién hechos, es muy probable que otros descubran que, en cambio, con lo que más disfrutan es con «el indecente placer de saborear un banana-split». ¡Tantos instantes, tantas pequeñas historias, tantos minusculos placeres, al alcance de todos y que, sin embargo, nos parecen tan ajenos!

No es tan fácil leer en la playa. Tumbado boca arriba, es casi imposible. El sol deslumbra, hay que sostener el libro muy alto encima de la cara. Se aguanta unos minutos y luego uno se vuelve. De lado, apoyado en un codo, con la mano pegada a la sien, sosteniendo el libro con la otra mano, pasando páginas, resulta también bastante incómodo. Se termina boca abajo, con los dos brazos doblados hacia delante. A ras de suelo, corre siempre un poco de viento. Los cristalillos micáceos se cuelan entre las tapas.

Lo importante no es lo que decimos, sino lo que oímos. Es increíble hasta qué punto la voz sola puede decirnos cosas de una persona querida -de su tristeza, su fatiga, su fragilidad, su vitalidad, su alegría. Sin gestos, desaparece el pudor, sobreviene la transparencia. 

jueves, 19 de abril de 2012

Estrategias para padres desesperados: El llanto / Michelle Kennedy

Kennedy, M. Estrategias para padres desesperados: El llanto. Barcelona: Océano, 2003

Cuando la paciencia se acaba... ¡Soluciones para controlar la situación!
Aprender a descifrar el llanto de un bebé puede llevar su tiempo. ¿Llora de hambre, de cansacio? Así que, ¿por qué no aprovechar la experiencia de otros padres y hacer tu debut en "el mundo de los bebés" un poco más sencillo?
Este práctico manual (de una colección de cuatro) te ayudará a comprender a tu pequeño llorón. Con los últimos consejos para solucionar cualquier contratiempo, desde los problemas con los dientes hasta la guerra con los pañales, la información proviene de mamás y papás que han pasado por tu situación.

Ser padres es un trabajo a jornada completa, siempre se te reclama y no tienes ningún sindicato que vele por ti.


viernes, 13 de abril de 2012

El secreto de tener bebés tranquilos y felices / Tracy Hogg y Melinda Blau

Hogg, Tracy; Blau, Melinda. El secreto de tener bebés tranquilos y felices: aprende a calmar a tu bebé y a comunicarte con él. Barcelona: RBA, 2001
Para muchos padres primerizos, la información que aportan parientes y amigos sólo genera confusión. Tracy Hogg recomienda aquí un programa estructurado para encontrar un ritmo de vida que beneficie tanto al bebé como a los padres. Gracias a veinte años de experiencia cuidando bebés, Tracy posee el don de comprender todos los llantos y arrullos de los pequeños. Es capaz de descubrir enseguida si un bebé tiene hambre, está cansado, si le duele algo sólo quiere compañía. A través de estas líneas, Tracy Hogg, con una gran dosis de sentido común, propone un programa simple y asequible para aprender a comunicarse con el bebé.
 
En una habitación llena de madres, incluso si ninguno de los bebés llora, resulta fácil reconocer a la madre de un bebé que tiene un cólico; es la que tiene un aspecto más cansado.
 
Aquella primera noche se despertó llorando exactamente a la una de la madrugada. Cuando entré en su habitación, ya estaba de pie. Lo volví a tumbar con suavidad. Para no estimularlo, no dije ni una palabra ni lo miré a los ojos. A los pocos minutos volvió a alborotar y a levantarse, y así continuó la cosa. Lloraba, se ponía de pie, y yo lo tumbaba. Después de repetir este baile cuarenta y tres veces estaba derrengado y finalmente se durmió. A las cuatro, volvió a llorar: Spencer era como un reloj. Y de nuevo lo metí en la cama. Esta vez el pequeño tentempie se levantó sólo veintiuna veces. (Si, cariño, cuando hago esto, cuento las veces que ocurre [...] Con algunos bebés, he tenido que llegar hasta cien.
A la mañana siguiente, cuando expliqué a [los padres] lo que había ocurrido, el padre se mostró escéptico: "esto no funcionará, Tracy. Él no va a hacer eso por nosotros". Le guiñé un ojo, asentí y prometí que me quedaría las dos noches siguientes. "Lo creáis o no, ya hemos pasado lo peor".
La segunda noche, sólo tuve que volver a tumbar a Specen seis veces para que se durmiera. A las dos de la madrugada, cuando se removió, entré en su habitación y, en cuanto empezó a levantar los hombros del colchón, volví a tumbarlo. Sólo tuve que hacerlo cinco veces, tras lo cual se durmió hasta las 6h45 de la mañana, algo que nunca había hecho. La noche siguiente, Spencer se agitó a las cuatro pero no se levantó, y se durmió hasta las siete. Desde entonces ha continuado durmiendo doce horas de un tirón por la noche. [Los padres] han recuperado su vida.
 

Las huellas imborrables / Camilla Läckberg

Läckberg, Camilla. Las huellas imborrables. Madrid: Maeva, 2011

El verano llega a su fin y la escritora Erica Falck vuelve al trabajo tras la baja de maternidad. Ahora le toca a su compañero, el comisario Patrik Hedström, tomarse un tiempo libre para ocuparse de la pequeña Maja. Pero el crimen no descansa nunca, ni siquiera en la tranquila ciudad de Fjällbacka, y cuando dos adolescentes descubren el cadáver de Erik Frankel, Patrik compaginará el cuidado de su hija con su interés por el asesinato de este historiador especializado en la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, Erika hace un sorprendente hallazgo: los diarios de su madre Elsy, con quien tuvo una relación difícil, junto con una antigua medalla nazi. Pero lo más inquietante es que, poco antes de la muerte del historiador, Erika había ido a su casa para obtener más información sobre la medalla. ¿Es posible que su visita desencadenara los acontecimientos que condujeron a su muerte?

No iba maquillada, era de facciones bonitas, pero tenía aspecto de estar... algo cansada... Por la vida de ama de casa con niños pequeños, pensó Erica diciéndose que tampoco ella habría superado una inspección minuciosa antes de conseguir que Maja durmiese bien por las noches.

En la biblioteca el ambiente era tan apacible como de costumbre. Había pasado allí muchas horas: las bibliotecas tenían algo que le infundía una sensación de infinita satisfacción.

Volvió la cabeza y observó su perfil mientras ella miraba abstraída por la ventana. De repente, tomó conciencia de hasta qué punto la quería. Resultaba tan fácil olvidarlo... Resultaba tan fácil que la vida y el día a día rodasen sin parar, el trabajo, las tareas domésticas y... los días, pasando uno tras otro. Pero había momentos como aquel, en los que sentía con una fuerza aterradora hasta qué punto estaban unidos. Y cómo adoraba despertar a su lado cada mañana.

No pudo evitar sentir cierta fascinación por cuanto estaba sucediendo ante su vista. Claro qu él sabía que lo de traer niños al mundo era un proceso doloroso, pero jamás tuvo conciencia del esfuerzo hercúleo que exigía y, por primera vez en su vida, sintió un profundo respeto por el sexo femenino. Él jamás habría superado aquello, de eso estaba convencido. [...] La matrona tenía razón. Dos contracciones más tarde se deslizó hacia el exterior un bebé que colocaron enseguida en la barriga de Johanna. Melberg estaba fascinado y con los ojos como platos. Claro que él conocía la teoría, pero verlo en vivo... Ver que salía un niño, que movía los brazos y los pies y que protestaba llorando o moviendo la cabeza en torno al pecho de Johanna.

lunes, 26 de marzo de 2012

El sueño del bebé sin lágrimas / Elizabeth Pantley

Pantley, E. El sueño del bebé sin lágrimas. Médici, 2009

¿Se pasan las noches en velas y los días resistiéndose a multitud de consejos crueles que afirman que "hay que dejar que el bebé llore hasta que se duerma"? Este manual les enseñará que es posible ayudar a su hijo a conciliar el sueño con tranquilidad y a quedarse así toda la noche. Hasta ahora, sólo había dos maneras de superar las noches en vela: o bien dejar que el bebé llorara hasta dormirse de agotamiento o bien convertirse en un martir privado de sueño y pasar el día adormilado. Por fin, contamos con una tercera manera práctica y efectiva, gracias a Elizabeth Pantley, educadora de padres y madre de cuatro hijos. Su programa en diez pasos le guiará durante todo el proceso para darles a conocer las pautas de sueño de los bebés y ayudarles a marcarse objetivos realistas; enseñarles a analizar, a valorar y a mejorar los patrones de sueño de su bebé mediante registros de sueño; ofrecerles toda una serie de soluciones para dormir que encajan con todos los estilos educativos; crear un plan de sueño sin lágrimas personalizado y efectivo para usted y para su bebé.


Si su bebé no se acerca a las horas de sueño de la tabla, es posible que sufra de cansancio crónico, lo que afectará a la calidad y a la duración de las siestas diarias y del sueño nocturno. Es posible que el bebé no parezca cansado, porque los bebés demasiado cansados no siempre actúan como tales, o no al menos de la manera que esperamos. Suelen mostrarse dependientes, hiperactivos, irritables o llorosos. También pueden resistirse a dormir, porque no entienden que eso es precisamente lo que necesitan.

Los cambios exigen esfuerzo y el esfuerzo exige energia [...] cuando el bebé se despierta por quinta vez una misma noche y estoy desesperada por poder dormir, me es mucho más sencillo recurrir a lo más fácil para que vuelva a dormirse que intentar algo diferente.[...] Si quiere ayudar a su bebé a dormir toda la noche, tendrá que obligarse a seguir el plan, incluso en plena noche, incluso aunque el bebé la reclame por décima vez.

Rosa Cándida / Audur Ava Olafsdóttir

Ólafsdóttir, Audur Aba. Rosa candida. Marid : Alfaguara, 2012

El joven Arnljótur decide abandonar su casa, a su hermano gemelo autista, a su padre octogenario y los paisajes crepusculares de montañas de lava cubiertas de líquenes. Su madre acaba de tener un accidente y, al borde de la muerte, aún reúne fuerzas para llamarle y darle unos últimos consejos. Un fuerte lazo les une: el invernadero donde ella cultivaba una extraña variedad de rosa: la rosa candida, de ocho pétalos y sin espinas. Fue allí donde una noche, imprevisiblemente, Arnljótur amó a Anna, una amiga de un amigo.

En un país cercano, en un antiguo monasterio, existe una rosaleda legendaria. De camino hacia ese destino, Arnljótur está, sin saberlo, iniciando un viaje en busca de sí mismo, y del amor perdido.

Mientras probaba a llevar en brazos al bebé, la madre de mi hjija me observaba con detenimiento. El gesto de su propio rostro podía indicar que tenía deseos de llorar, o bien de desaparecer de allí y dejarme solo con la niña. Fui yo quien se echó a llorar al final, y no la madre. Ella me miró asombrada, lo mismo sucedió a la comadrona y a la residente. "Cuando tienes un hijo, no digamos cuando es el primer hijo, los sentimientos pueden estallar", explica la matrona. Lo dijo con estas palabras, habló de los sentimientos que pueden estallar.

Por muy padre que sea, no tengo ni idea de qué es lo mejor para un bebé, ni siquiera sé qué es lo mejor para mí. Puede decirse que he acabado teniendo un hijo antes de empezar siquiera a plantearme si tendría hijos alguna vez.

Aunque resulte un poco enredoso tener que ir a todas partes con un coche de bebé, he de reconocer que es estupendo poder meter todas las compras en la cestita y a los pies de la niña.



miércoles, 14 de marzo de 2012

Dos cuentos de Miguel Delibes

Delibes, Miguel. Dos cuentos de Miguel Delibes. Valladolid: Junta de Castilla y León: Fundación Miguel Delibes, 2011

Dos cuentos de Miguel Delibes: El conejo y El cuco. Uno está tomado de La mortaja y otro de Tres pájaros de cuenta.
En El conejo, el herrador da un conejo a Juan y a su hermano pequeño Adolfo, con la promesa de que sabrán cuidarle, pero… En El cuco es el mismo Miguel Delibes quien narra y explica cómo actúa el cuco y cuenta dos experiencias que presenció: sobre un cuco que gorroneaba en un nido de petirrojos y sobre otro que lo hacía en uno de verderones.
Son relatos que hablan, con el lenguaje preciso del autor, del aprendizaje de niños de ciudad en el campo, el primero, y de las tensiones que se dan en la naturaleza, el segundo. A quien ya conozca a Delibes no es necesario advertirle de que son historias realistas y nada blandas.

En un principio el conejo mostraba alguna desconfianza, pero tan pronto advirtió que los pequeños se aproximaban para llevarle alimentos se ponía de manos para recibir las hojas de berza y aún las comía delante de ellos. Ya no lo temblaban los costados si los niños lo cogían, y le gustaba agazaparse al sol, en un rincón, cuando Juan lo sacaba de la cueva para airearse.
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Pero lo verdaderamente característico del cuco es su incapacidad para incubar y nutrir a sus crías, quizá porque su puesta es tan numeros -ocho o doce huevos- y el apetito de la prole tan voraz que una pareja por sí sola no bastaría para alimentarla. El cuco no se toma, pues, el trabajo ni de costruir su casa. Llegado el momnto de la postura, observa en derredor a los pajaritos que se afanan en hacer sus nidos y, una vez concluida la obra, y aovados éstos, el cuco empieza a repartir sus huevos entre ellos, mezclándolos con los otros, aprovechando la ausencia de los padres.

sábado, 10 de marzo de 2012

Amor perdurable / Ian McEwan

McEwan, Ian. Amor perdurable.-- Barcelona: Anagrama, 1998

Joe y Clarissa son una pareja feliz. Él se dedica a escribir sobre temas científicos, tras haber abandonado la investigación; ella es una profesora de literatura inglesa que regresa a Inglaterra tras un breve período de investigación en Harvard. Joe ha ido a esperarla al aeropuerto, y desde allí han marchado directamente a los verdes prados de las colinas de Chiltern, a un delicioso almuerzo campestre que aúna los refinados placeres del vino francés, la naturaleza y el reencuentro amoroso. Pero en medio de aquel sensato, civilizado paraíso, y casi sin que ellos se den cuenta, se introducirá una serpiente, inesperada e inocente, pero no por ello menos terrible. Los tripulantes de un globo, un anciano y su nieto, se ven en serias dificultades. El aerostato, incontrolado, sube en el aire con el niño dentro, y Joe y otros hombres presentes en el lugar corren a socorrerlo. Todo es cuestión de segundos, y en aquel extraño nudo de encuentros urdido por el destino, el muy racional Joe conoce a Jed Parry, un fanático religioso, un «Jesus freak» que se enamorará obsesiva e implacablemente del cada vez más horrorizado Joe... Ian McEwan, con una sutil ironía y su peculiar gusto por la comicidad más ominosa, urde una ambigua fábula moral, un thriller apasionante acerca de la naturaleza misma del amor, y su localización en la encrucijada entre la racionalidad y la locura.

Debo declarar algo. Quizá hubo un vago objetivo común, pero no llegamos a actuar en equipo. No tuvimos oportunidad, ni tiempo. Coincidencias de momento, lugar y la predisposición a ayudar nos habían reunido bajo el globo. Nadie estaba al mano, o todos lo estábamos y gritábamos a la vez. Al piloto, con la cara colorada, desgañitando y sudoroso, no le hacíamos caso. Exudaba incompetencia como si fuese calor. Pero nosotros también intercambiábamos instrucciones a gritos. Estoy convencido de que si hubiese mandado yo, la tragedia no habría ocurrido. Después oí que otros decían los mismo, refiriéndose a sí mismos. Pero no hubo tiempo ni ocasión de mostrar firmeza de carácter. Cualquier dirigente, cualquier plan sólido habría sido preferible a ninguno. Los antropólogos no han observado ninguna sociedad humana, desde el cazador-recolector al hombre postindustrial, en la que no haya habido dirigentes y dirigidos; y jamás se ha abordado ninguna emergencia de manera eficaz sin un proceso democrático.
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Quizá me encontrara mejor en la Biblioteca Wellcome. Aquí la selección de ciencias era irrisoria. Parecían dar por sentado que el mundo podía entenderse suficientemente a través de ficciones, historias y biografías. ¿Realmente creían los analfabetos científicos que dirigían aquel lugar y que se atrevían a llamarse personas cultas, que la literatura era el mayor logro intelectual de nuestra civilización?
Esta perorata interior quizá durase unos minutos. Perdido en ella, era como si yo no existiese [...] No era, por supuesto, una tabla chirriante del entarimado ni la dirección de la biblioteca lo que me molestaba, sino mi situación emocional, el estado mental y visceral que aún tenía que comprender.

jueves, 16 de febrero de 2012

La habitación cerrada / Paul Auster

AUSTER, Paul. La habitación cerrada.-- Barcelona : Anagrama, 1998

El narrador y Fanshawe se conocían desde muy niños. Antes de cumplir los siete años ya se habían pinchado en los dedos con un alfiler y se habían hecho hermanos de sangre. Estaban siempre juntos, compartían los pensamientos, y era el rostro de Fanshawe lo que el narrador veía cada vez que apartaba la vista de sí mismo. Pero eso fue hace mucho tiempo, en el remoto territorio de la infancia. Después crecieron, fueron a distintos sitios, se distanciaron y ahora Fanshawe no es más que un fantasma que el narrador, un joven crítico y periodista que ha abandonado ya la idea de escribir un gran libro, lleva dentro de sí. Hasta que un día recibe una carta de la mujer de Fanshawe. Va a verla, descubre que su amigo ha desaparecido misteriosamente hace meses y ha dejado dos maletas llenas de manuscritos que nunca quiso publicar. Y un mensaje para su antiguo amigo, o quizás una misión: que sea él quien decida si su obra debe sobrevivir o ser destruida.

Amar las palabras, tener interés en lo que se escribe, creer en el poder de los libros, esto supera a todo lo demás, y a su lado la vida de uno se queda muy pequeña.

Leí el libro hace más de dos semanas y no me ha abandonado desde entonces. No puedo quitármelo de la cabeza. Me acuerdo de él una y otra vez, y siempre en los momentos más extraños. Al salir de la ducha, andando por la calle, cuando no estoy pensando conscientemente en nada. Eso no sudece muy a menudo, usted lo sabe. Lee uno tantos libros en este trabajo que todos tienden a mezclarse. Pero el libro de Fanshawe destaca. Hay algo poderoso en él, y lo más raro es que ni siquiera sé qué es.