lunes, 30 de junio de 2014

Liquidación final / Petros Márkaris

liquidacion final-petros markaris-9788483834442MARKARIS, P. Liquidación final. Barcelona: Tusquets, 2012

Mientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis sólo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empeoramiento de la situación. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la acción y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo está patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios. No hay crímenes, sólo rutina y burocracia. Cuando encuentran el cadáver de la primera víctima que se cobra ese peculiar justiciero, el comisario Kostas Jaritos casi siente alivio. Su jefe le ha hablado de un posible ascenso, pero de momento le han recortado el sueldo y su hija Katerina piensa en emigrar porque no encuentra trabajo. Y él tiene que atrapar a un asesino que realiza una obra «providencial», aplaudida por muchos ciudadanos.

Las reacciones más inútiles son fruto de la desesperación, pero también de la desesperación nacen la soluciones más eficaces. Decido ponerme en manos del azar y dejo que la desesperación guíe mis actos.
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Hay tres tipos de mártires en el mundo. Los fundamentalistas islámicos, que se hacen pedazos con una bomba, los testigos de Jehová y mi mujer...
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miércoles, 11 de junio de 2014

La mujer loca / Juan José Millás

MILLAS, J.J. La mujer loca. Barcelona: Seix Barral, 2014

Julia trabaja en una pescadería y de noche estudia gramática porque está enamorada de su jefe, que en realidad es filólogo. En sus ratos libres, la joven ayuda en el cuidado de una enferma terminal, Emérita, en cuya casa coincide con Millás, que está haciendo un reportaje sobre la eutanasia. Durante sus visitas, el escritor se siente atraído por la idea de novelar la vida de Julia, aunque para lograrlo deberá enfrentarse a su bloqueo creativo con la ayuda de una psicoterapeuta.
La realidad trastoca los planes del escritor cuando Emérita revela un secreto que ha guardado celosamente toda su vida. Lo que había comenzado como una crónica periodística se convierte entonces en una suerte de novela en la que él se verá involucrado como personaje. 
El mejor Juan José Millás regresa a la novela con La mujer loca, una historia en la que el lector habrá de decidir qué es verdadero y qué es falso, una investigación sobre los límites de la realidad y la ficción en una obra que condensa la esencia del maestro de la extrañeza: humor inteligente, diálogos excepcionales y una escritura provocativa. Un ejercicio de honestidad con el que afronta sus cuitas como autor desde la verosimilitud de la pura ficción.

Para aliviar el desasosiego consecuente y ocupar los espacios que le dejaban libre los afanes del día a día, comenzó la escritura de un "Diario de la vejez", pues habiendo cumplido ya la edad en la que los otros se jubilan, tanto su cuerpo como su cabeza sufrían los quebrantos propios de la edad madura. Quizá la observación de estos desórdenes, pensó, tuviera algún valor retórico. El diario, lejos de atenerse a la literalidad de los hecho, mezclaba lo que le ocurrían con lo que se le ocurría, otorgando a aquello y esto el mismo rango, igual que cuando se describe un sueño como si hubiera sucedido o un hecho como si se hubiera soñado.
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[...] el amor es la prótesis más espectacular inventada por el ser humano. Serafín han cubierto su amputación queriéndome. Yo no he visto el amor en mí, lo he visto en los demás, y te aseguro que observado desde fuera, con la curiosidad de un.. ¿cómo se llaman estos de los insectos?
- Entomólogos.
-...de un entomólogo; si observas el amor así, con lupa, incluso al microscopio, te juro que se trata de un mecanismo perfecto y sólido, como el acero inoxidable. El amor tiene la precisión de una balanza de laboratorio. No hay herramienta tan exacta como él.
- Pero si has necesitado verlo en los demás, la amputada serías tú.
- Olvídate de los razonamientos. Yo no estaba amputada porque el amor no formaba parte de mi constitución física como no formaba parte de mi constitución física un tercer brazo.
[...]
-Yo no habría hecho por Serafín ni la mitad de lo que él ha hecho por mi, porque yo no dispongo de esa capacidad para el amor como no dispongo de un tercer brazo. Pero es admirable, créeme, lo que es capaz de hacer con ese tercer brazo que llamamos amor la gente que lo tiene.
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martes, 3 de junio de 2014

Juntos nada más / Anna Gavalda

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Gavalda, A. Juntos nada más. Seix Barral, 2007.

Camille Fauque tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Frágil y desorientada, malvive en una buhardilla y parece esmerarse en desaparecer: apenas come, limpia oficinas de noche, y su relación con el mundo es casi agonizante. Philibert Marquet, su vecino, vive en un apartamento enorme del que p odría ser desalojado; es tartamudo, un caballero a la antigua que vende postales en un museo, y el casero de Franck Lestafier. Cocinero de un gran restaurante, Franck es mujeriego y malhablado, casi vulgar, lo cual irrita a la única persona que le ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo añorando su hogar y las visitas de su nieto. Cuatro supervivientes, cuatro personajes magullados por la vida, cuyo encuentro va a salvarlos de un naufragio anunciado. La relación que se establece entre estos perdedores de corazón puro es de una riqueza inaudita, tendrán que aprender a conocerse para lograr el milagro de la convivencia. Juntos, nada más es una historia viva, con un ritmo suspendido en el aire, llena de esos minúsculos dramas personales que seducen por su sencillez, su sinceridad y su inconmensurable humanidad.
Me siento sola como un perro, se repetía a si misma en voz baja, me siento sola como un perro...
¿Ir al cine tal vez? Bah... ¿Y luego con quien hablaría de la peli? ¿De qué sirven las emociones si no se pueden compartir? Se apoyó con todo su peso en la puerta cochera para abrirla, y para su gran decepción encontró el piso vacío.
Hizo un poco de limpieza y retomo su libro. "No hay pena que un libro no pueda consolar".

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... por primera vez, todos tuvieron la impesión de tener una verdadera familia. Mejor que una de verdad, de hecho, una elegida, una querida, una por la cual habían luchado y que no les pedía a cambio nada más que ser felices juntos. Ni siquiera felices, de hecho, ya no eran tan exigentes. Estar juntos, nada más. Y eso en sí ya era algo inesperado.