martes, 20 de octubre de 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres / Stieg Larsson

Los hombres que no amaban a las mujeres / Stieg Larsson. - Madrid: Destino, 2009

Harriet Vanger desapareció hace 36 años durante un carnaval de verano en la isla sueca Hedeby, propiedad prácticamente exclusiva de la poderosa familia Vanger. A pesar del despliegue policial, no se encontró rastro de la muchacha de 16 años. ¿Se escapó? ¿Fue secuestrada? ¿Asesinada? Nadie lo sabe: el caso está cerrado, los detalles olvidados.

Pero hay quien sigue recordando a Harriet, su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, ya en el final de su vida y que vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir.

En las paredes de su estudio cuelgan 43 flores secas y enmarcadas. Las primeras 7 fueron regalos de su sobrina. Las otras llegaron puntualmente para su cumpleaños, de forma anónima, desde que Harriet desapareció.

Vanger contrata a Mikael Blomkvist, periodista de investigación y alma de la revista Millennium, una publicación dedicada a sacar a la luz los trapos sucios del mundo de la política y las finanzas. Mikael no está pasando un buen momento: está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia. Detrás de la querella está un gran grupo industrial que amenaza con derrumbar su carrera y destruir su reputación. Así que acepta el extraño encargo de Vanger de retomar la investigación de la desaparición de su sobrina e intentar tirar de algún cabo suelto.

Un trabajo complicado para el que recibe el regalo inesperado de la ayuda de Lisbeth Salander, una investigadora privada nada usual, incontrolable, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades como su memoria fotográfica y su destreza informática.

Así empieza una novela que es la crónica de la guerra interna de una familia, un fresco fascinante del crimen y del castigo, de perversiones sexuales, de trampas financieras, un entramado violento y amenazante entre el que sin embargo crece una tierna y frágil historia de amor. Una historia de amor entre la que será la pareja más memorable de la literatura criminal.

Aquella flor tan solo era una más de la larga serie de misteriosas flores que siempre llegaban en un sobre acolchado el 1 de noviembre. La especie variaba todos los años, pero siempre se trataba de flores hermosas y, en general, relativamente raras. Como de costumbre, la flor estaba prensada, puesta meticulosamente sobre un papel de acuarela y enmarcada con un cristal y un marco sencillo de 29x16 centímetros.
[...]
Entraron en un despacho alargado, de unos cuarenta metros cuadrados aproximadamente, situado en una de las paredes laterales de la casa, Una de las paredes longitudinales etaba presidida, de arriba a abajo, por una librería de unos diez metros de largo, con una magnífica mezcla de literatura de ficción, biografías, libros de historia, de comercio, de industria, y numerosas carpetas de tamaño DIN-A 4. Los libros estaban colocados sin ningún tipo de orden aparente. Daba la impresión de ser una librería que se utilizaba y Michael sacó la conclusión de que Henrik Vanger era un gran lector. En la pared de enfrente había una mesa de roble de color oscuro, dispuesta de modo que el que se sentara allí podía contemplar toda la habitación. La pared de detrá de la mesa albergaba una numerosa colección de cuadros con flores prensadas dispuestos en meticulosas filas.