martes, 19 de marzo de 2013

Cincuenta sombras de Gregorio / Rosella Calabro

cincuenta sombras de gregorio-rosella calabro-9788408050957CALABRO, R. Cincuenta sombras de Gregorio. [e-book] Barcelona: Planeta, 2013

Grey es apuesto, rico, misterioso y tiene un lado oscuro excitante. Toca el piano, regala coches y nos ofrece experiencias inolvidables. Entre las sábanas es el rey, es capaz de despertar nuestros deseos más íntimos. Gregorio se pasea por casa enfundado en una camiseta vieja. Es un negado para detectar nuestras preocupaciones o satisfacer nuestros deseos más íntimos. Gregorio es el hombre corriente, plagado de defectos, con quien nos encontramos cara a cara cuando dejamos de soñar despiertas con Grey. De todos modos, admitámoslo: quizás sea menos encantador, pero es mucho más divertido, por lo menos por 50 razones, todas ellas presentes en este libro.

... De todos modos, gracias a los pezones y a otras zonas erógenas que también le gusta excitar, Mr. Grey siempre logra su objetivo. Bravo, muchacho.
¿Y Gregorio? Bueno, algunos se las apañan razonablemente bien, pero otros son realmente negados. Lo que pasa es que, en parte, que les faltan los conocimientos básicos, en parte, que no saben crear el ambiente adecuado y, en parte, que creen que los preliminares sirven para que los equipos de fútbol se clasifiquen en la Champions League.
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Pero en los últimos tiempos Gregorio ha sabido desarrollar una técnica alternativa de supervivencia más avanzada: aunque no escucha, es capaz de archivar asépticamente en un ángulo del cerebro el sonido de las palabras que pronuncia Lola. No el significado, eh, sólo el sonido.
Si es necesario, o cuando Lola le ordena con aire de desafío: "ahora me repites lo que te acabo de decir", él, voilá, reproduce la grabación y al mismo tiempo salva su vida.

Todo lo que podríamos haber sido tu y yo si no fuéramos tu y yo / Albert Espinosa

todo lo que podriamos haber sido tu y yo si no fueramos tu y yo-albert espinosa-9788425344138ESPINOSA, A. Todo lo que podríamos haber sido tu y yo si no fuéramos tu y yo. [E-book]. Barcelona: Grijalbo, 2010

Marcos acaba de perder a su madre, una reconocida bailarina que le ha enseñado todo en la vida, y decide que su mundo ya no puede ser igual sin ella. Justo en el momento que va a dar un giro a su vida, una llamada de teléfono cambia radicalmente los acontecimientos."Mi don"es difícil de explicar. Cómo aprendí a utilizarlo es mucho más extraño de relatar. Pero deseo hacerlo. Deseo contároslo. Hay cosas, detalles pequeños que forman parte de uno mismo y hacen que seas como eres. Y el don era algo que me definía. Aunque lo utilizaba poco. Hacía que me sintiera más vivo.
Albert Espinosa tiene una extraña habilidad para generar a su alrededor simpatía inmediata, virar en positivo el humor de las personas y conciliarlas con el mundo y con ellas mismas, si es que estaban en desacuerdo. Josep Massot, La Vanguardia.

La infancia fue más difícil de dibujar. Recuerdo que mi madre siempre decía que era mentira que fuese la época más feliz de nuestra vida. Ella opinaba que es cuando más lloramos. Decía que se llora tan desconsoladamente durante esos primeros años, que la infancia es como toneladas de tristeza mezclada con kilogramos de felicidad. La gran época bipolar de nuestra vida.
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Crucé la puerta central y me adentré en el vestíbulo del teatro. No había ni un alma. Me dirigí hacia la puerta que comunicaba el vestíbulo con la platea. Curiosamente ese pomo era idéntico al de la sala donde estaba retenido el extraño. Aunque yo sabía que al girarlo me encontraría algo radicalmente diferente, sentía el mismo nerviosismo.
Nunca se sabe que encontrará uno tras una puerta. Quizá en eso consiste la vida: en girar pomos.
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martes, 12 de marzo de 2013

Ritos de muerte / Alicia Giménez-Bartlett

GIMÉNEZ BARTLETT, A. Ritos de muerte. Barcelona: Circulo de lectores, 1997 (Petra Delicado, 1)

La inspectora de policía Petra Delicado trabaja en el Servicio de Documentación de una comisaría de Barcelona. Un día, el inspector jefe la llama, la presenta al que será su subordinado, Fermín Garzón –un subinspector recién llegado de Salamanca-, y encomienda a ambos un caso de violación. Nada parece indicar que vaya a ser un caso complicado, aunque la única pista de que disponen es una marca que el violador ha impreso en el brazo de la víctima con algo así como una pequeña corona de pinchos, que produce una herida cuya forma recuerda a una flor.

- Pues es la primera vez que me llama por mi nombre.
- Creí que le daba igual.
- Y me da igual, sólo que de vez en cuando viene bien una cierta personalización. Le quita hierro a eso del trabajo.
- ¿Quiere que nos hablemos de tú?
- No, eso jamás. Usted es inspectora y yo subinspector. No sería correcto.
Me reí. Aquel subinspector estaba como una chota o se hallaba en un proceso irónico de desestimación de lo trascendental.
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- ¡Déjese de hostias, Fermin! La vida que de verdad cuenta es la que aún no ha pasado, la que está por delante.

martes, 5 de marzo de 2013

Intemperie / Jesús Carrasco

CARRASCO, J. Intemperie. Barcelona: Seix Barral, 2013

Un niño escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres quelo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
Intemperie narra la huida de un niño a través de un país castigado por la sequía y gobernado por la violencia. Un mundo cerrado, sin nombres ni fechas, en el que la moral ha escapado por el mismo sumidero por el que se ha ido el agua. En ese escenario, el niño, aún no del todo malogrado, tendrá la oportunidad de iniciarse en los dolorosos rudimentos del juicio o, por el contrario, de ejercer para siempre la violencia que ha mamado.
A través de arquetipos como el niño, el cabrero o el alguacil, Jesús Carrasco construye un relato duro, salpicado de momentos de gran lirismo. Una novela tallada palabra a palabra, donde la presencia de una naturaleza inclemente hilvana toda la historia hasta confundirse con la trama y en la que la dignidad del ser humano brota entre las grietas secas de la tierra con una fuerza inusitada.

Entonces el pastor le cogió los pulgares y se los colocó de tal forma que las uñas empujaban los pezones contra el interior de los otros dedos. Envolvió con sus manos las del chico y, sin decir palabra, manipuló las tetas haciendo que la leche saliera despedida. Y así  mediante esta imposición, el viejo transmitió al muchacho el rudimento del oficio, otorgándole en ese instante la llave de la sabiduría perenne y esencial. La que extraía leche de las entrañas de los animales o hacía que de una espiga pudiera brotar un trigal.
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La luna en cuarto creciente colgada de un cielo limpio. Miles de millones de estrellas sobre su cabeza, muchas de ellas ya muertas, enviaban su luz a guiños.
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lunes, 4 de marzo de 2013

84, Charing Cross Road / Helene Hanff

HANFF, H. 84, Charing Cross Road. Barcelona: Anagrama, 2002

En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su publicación, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico.

Habría deseado que no hubieran sido ustedes tan excesivamente correctos dedicándomelo en un tarjetón adjunto, en lugar de escribir su dedicatoria en la página de guarda del propio libro. Pero ustedes son libreros, claro..., y se le nota: han temido que una dedicatoria manuscrita en el libro le hiciera perder valor..., cuando para su actual propietaria lo habría incrementado muchísimo. ( Y posiblemente también para un futuro propietario. A mí me encantan las inscripciones en las guardas y las notas en los márgenes: me gusta el sentimiento de camaradería que suscita el volver páginas que algún otro ha pasado antes, así como leer los pasajes acerca de los que otro, fallecido tal vez hace mucho, llama mi atención.)
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¡Es una tiendecita antigua y encantadora, que parece salida directamente de las páginas de una novela de Dickens! [...] Dentro está oscuro: hueles los libros antes de poder verlos; un olor de lo más agradable. No soy capaz de describírtelo, pero es una combinación de moho, polvo y vejez, de pareces revestidas de madera y suelo entarimado.