sábado, 18 de mayo de 2013

La felicidad es un té contigo / Mamen Sánchez

la felicidad es un te contigo-mamen sanchez-9788467021240SÁNCHEZ, M. La felicidad es un té contigo. [e-book] Barcelona: Espasa, 2013.

La inexplicable desaparición del gentleman Atticus Craftsman en el corazón de las tinieblas de la España profunda parece estar relacionada con las malas artes de cinco mujeres desesperadas, las empleadas de la revista Librarte, capaces de cualquier cosa con tal de conservar su trabajo. El inspector Manchego será el encargado de desenredar una trama en la que la comedia romántica se mezcla con el drama más tierno, la intriga policíaca desemboca en el mayor hallazgo literario de todos los tiempos, lo difícil se vuelve fácil y los problemas se ahogan en un mar de lágrimas... de risa. Todo esto para terminar descubriendo, qué cosas, que el amor lo explica todo. AVISO PARA LECTORES: Esta novela puede afectar seriamente su percepción pesimista de la realidad. Provoca carcajadas y ganas de más. Sus personajes son como los hijos: cuanto más tropiezan, más se les quiere. Cuidado con sus corazones: les pueden entrar ganas irrefrenables.

Contaba con una biblioteca de caoba que conservaba más de ocho mil volúmenes encuadernados en cuero, algunos de los cuales era auténticos tesoros. Aquél fue el lugar preferido por Atticus para pasar los solitarios días de encierro, viendo llover por las ventanas, recordando a Lisbeth, alimentando el fuego y curioseando entre aquellos libros, que, hasta el momento, sólo le habían parecido objetos de adorno. Descubrió filosofías antiguas, mentalidades vanguardistas, grabados valiosísimos, postales en blanco y negro de lugares ya inexistentes, perversiones asombrosas, vidas de santos, Byron, Keats, Beckett, todos mezclados en su biblioteca y en su cabez, en una amalgama de miel y limón.
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El alma no tiene peso. Eso es una mentira inventada por un productor de Hollywood para dar nombre a una película. No tiene peso porque no es de este mundo. Como el amor o el dolor. Es el continente de todas las grandezas que hacen al ser humano parecerse un poco a Dios.
Sin embargo, Asunción escuchó perfectamente el ruido que hizo su alma al caer al suelo. Sonó como un cacharro de acero inoxidable rebotando por los escalones de la cocina.
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A eso de las nueve de la noche, después de haberlo intentado primero con Shakespeare, luego con Stendhal, después con la Brontë, para acabar refugiándose, a la desesperada, en los brazos de Corín Tellado, sin éxito, Berta Quiñones se reconoció a sí misma que hay disgustos que no se curan sólo con los libros.

viernes, 3 de mayo de 2013

Me encontrarás en el fin del mundo / Nicolas Barreau

me encontraras en el fin del mundo-nicolas barreau-9788467008807BARREAU, N. Me encontrarás en el fin del mundo. [e-book] Barcelona: Espasa, 2012.

Si te gustó La sonrisa de las mujeres, no querrás perderte Me encontrarás en el fin del mundo. El atractivo Jean-Luc Champollion es el propietario de una galería de arte en París. Acostumbrado a tener éxito con las mujeres, su única ambición es disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas y de Cézanne, su adorado perro dálmata. Un día, Jean-Luc recibe una misteriosa carta de amor... sin remitente. Intrigado, acepta el juego que le propone la desconocida y, sin pensárselo dos veces, inicia con ella una deliciosa correspondencia por e-mail. Por supuesto, lo único que quiere es descubrir la identidad de esa mujer que tantos detalles conoce de su vida y a la que nunca ha visto en persona... ¿o tal vez sí?Evidentemente, el destino tiene otros planes...

-Bonjour, Jean-Luc - dijo Lucille con mucha educación. En realidad eran las primeras palabras que pronunciaba, y la mirada franca de sus ojos claros, azules como el mar, cayó sobre mí con el peso de una nube.
Con quince años yo no sabía que las nubes pesan toneladas, y cómo iba a imaginármelo cuando flotaban en el cielo tan blancas y ligeras como el algodón de azúcar.
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Con el tiempo pasa una cosa muy extraña.
Domina nuestra vida más que ninguna otra dimensión. En realidad todo gira en torno al tiempo que tenemos, el tiempo que no tenemos, el tiempo que nos queda. Ese es el tiempo real. Un día, diez meses, cinco años. Pero luego está también el tiempo que percibimos, que es el hermano caprichoso del tiempo real. Es el que hace que una hora de espera dura treinta cinco horas y que, en cambio, la hora que nos queda para hacer algo importante quede reducida de pronto a ocho minutos.
Se nos escapa, nos persigue, y sólo existe un punto en el que nosotros controlamos el tiempo. Son esos escasos momentos en los que estamos inmersos en el tiempo y por eso no lo notamos.
Entonces lo dejamos en suspenso, detenemos todas esas pequeñas ruedecitas que tan bien encajan unas con otras, y vamos en punto muerto por la vida.
Son los momentos del amor.
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