martes, 7 de octubre de 2008

El secreto del orfebre / Elia Barceló

El secreto del orfebre / Elia Barceló. -- Madrid : Lengua de trapo, 2003.

Tan breve como intensa, tan fácil de leer como difícil de olvidar, tan sencilla en sus recursos como inquietante en el recuerdo, es esta una novela de amor. Uno de esos raros ejemplos en los que la literatura se lanza sin miedo a abordar los temas eternos, y lo hace para que nos planteemos cuestiones fundamentales: ¿es el tiempo más fuerte que el amor?, ¿de qué forma perdura la belleza?, ¿es el cuerpo un mapa del deseo con fecha de caducidad?, ¿puede el deseo alterar la realidad? La nostalgia, el sexo, la pasión, la identidad..., nos hallamos ante una obra que abordando los sentimientos en profundidad, sabe ser rigurosamente nueva: una bellísima historia del fin del milenio sobre la imposibilidad del amor. Simplemente hay que abrir el libro y comenzar a leer.

Mi madre desapareció en la casa y yo tuve que apoyarme en la pared durante unos momentos, mientras los ojos se me llenaban de lágrimas y el pecho se me apretaba cortándome la respiración. Si aquello era un sueño, estaba resultando condenadamente exacto. Aquella muchacha era mi madre hacía cuarenta y siete años. Mi madre de veintidós años, joven, fresca, tan bonita como en las fotos antiguas, pero a todo color y en movimiento, con una voz cristalina que ahora me traía recuerdos de mi primera infancia, de las nanas que me cantaba antes de dormir. Me pasé el pañuelo por los ojos, por la frente que se me había cubierto de sudor, a pesar del fresco de la mañana, y pensé por un instante llamar a la puerta con cualquier excusa y hablar con ella de nuevo, bañarme los ojos en su presencia, en su sonrisa, cogerle la mano quizá. Pero sabía que era una locura. En aquel sueño, o lo que fuera, yo era un perfecto desconocido, veinte años mayor que ella. Yo estaría todo el tiempo deseando abrazarla, deseando contarle lo que me había sucedido, lo que nos había sucedido, y ella miraría a todas partes con ojos asustados creyéndome un loco escapado del manicomio.

No hay comentarios: